viernes, 1 de agosto de 2003

Haciendo camino

     Parece mentira, pero hace ya más dos meses que llegamos a la India. El tiempo pasa rápido cuando se vive con cierta intensidad y así hemos vivido este tiempo: con intensidad. Durante estos dos meses no hemos dejado de aprender, de descubrir lo novedoso de una cultura, de unas tradiciones, de un estilo de vida muy diferente al que trajimos en nuestras maletas... En este tiempo, hemos cambiado algunos hábitos en el comer, en el vestir, en la vida diaria (y los que nos quedan por cambiar),... hemos cambiado hasta nuestra postura en la oración. Hemos aprendido a confiar (aquí todo se hace de palabra), a convivir con la inseguridad que trae consigo "ser extranjeros y misioneros a la vez", en fin, hemos aprendido a mirar lo que nos rodea no con los ojos del visitante sino con los ojos del que se queda.  Sin embargo somos conscientes de que este camino de inculturación es largo,  tedioso y, muchas veces, "estéril" y sin fruto aparente.

     ¿Qué nos falta? Ciertamente nos queda mucho por recorrer, por aprender y descubrir, por convertir desde dentro, por asumir como propio y normal; nos falta aprender su idioma (el que sale por sus labios y el que se adivina por su rostro, por sus gestos), nos falta todavía hacernos presentes entre estas gentes como uno más (hasta ahora somos casi "un atractivo turístico" para ellos allá donde vamos), ser referencia de justicia, de solidaridad. Es difícil, pero sabemos que es una labor conjunta (ellos y nosotros) y supeditada al paso del tiempo. Simplemente, nos queda seguir caminando.

     ¿Y ahora qué? Pues ahora nos mudamos a nuestra casa. Terminada nuestra etapa con los PP. Claretianos comenzamos una nueva etapa como comunidad, una etapa más, con nuevos retos y dificultades, pero necesaria para poder lograr nuestro objetivo. Ahora es cuando el camino a recorrer se hace un poco más estrecho pero no por ello menos intenso y hermoso. Dios dirá, como siempre, Dios dirá.

Un abrazo.

Jorge

No hay comentarios:

Publicar un comentario