domingo, 23 de febrero de 2003

En el fondo del presente

            Continuamos nuestro éxodo comunitario hacia nuestra tierra prometida vagando por el desierto de la rutina diaria. Es una marcha forzada por el aprendizaje del inglés, que poco a poco nos va siendo familiar y nos deja escaso tiempo para hacer otras cosas. Pruebas y dificultades no faltan, pero sobre todo estamos viviendo experiencias interesantes de la Britain de ayer y de hoy.

            Los alrededores de Manchester están marcados por el periodo de la Revolución Industrial. A pocas millas hemos podido visitar una de las primeras fábricas de tejidos a orilla del río para aprovechar el agua como energía motriz de las máquinas. En Wigan, a orillas del canal, la exposición nos introdujo en la realidad de los miles de personas que trabajaban en las minas para extraer el carbón utilizado en las fábricas y en el tren, y en la sociedad del siglo diecinueve participando de una clase estilo victoriano. Liverpool nos mostró la realidad del comercio de esclavos entre África y las Colonias Americanas, donde se cultivaba el algodón; y de los miles de emigrantes que embarcaban hacia el nuevo mundo buscando una vida mejor, pero que el algunos casos como el del Titánic nunca llegaron a su destino. Los canales que unen las ciudades del Noroeste de Inglaterra eran las vías de intercambio de mercancías más importantes, hasta que fueron sustituidas por el ferrocarril. Nuestra última salida a York (Yorvik) nos ha puesto en contacto con los pueblos de los que son herederos los actuales habitantes de esta isla: Celtas, Romanos, Anglosajones, Vikingos, Normandos.

            Varias experiencias del ahora nos están haciendo vivir el hoy de esta tierra. Con Jose Manuel (un Hermano del Salle español) visitamos Manchester un viernes por la noche, conocimos algo de la movida juvenil, el barrio chino y la gayvillage. De vuelta de Liverpool subieron durante un tiempo a nuestro vagón un grupo de adolescentes que no paraban de decir tonterías a todo volumen, se les notaba que habían bebido. La pobreza no sólo llama desde el pasado, también desde el presente de los mendigos pidiendo en las calles. Las comidas y refrigerios en pub y salones de thee nos introduce en los lugares donde se produce parte de las relaciones sociales y de amistad, por el ambiente tranquilo y el cuidado del mobilario. Las catedrales anglicanas son lugar para cuidar la música con las bien interpretadas canciones litúrgicas por coros y órgano, y los conciertos de diferente índole. El estado de preguerra es motivo para que los arzobispos católico y anglicano trabajen en conjunto por la paz, y para que en muchos lugares haya manifestaciones en contra de la guerra. En fin, los socials, las comidas, las oraciones, las clases son los medios que en Elanico nos ayudan a hacer una experiencia de carismas en comunión.

            Nuestro caminar continúa con la mirada fija en la estrella que se ha posado en Madurai, y con la voz interior que animaba a los peregrinos hacia Santiago de Compostela: ¡siempre adelante!

Roberto Cabello

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