lunes, 15 de diciembre de 2003

Sembradores de estrellas

Acostumbrado como estaba a un Adviento lleno de luces por las calles, de mensajes navideños y anuncios publicitarios como ese de... "Ya es Navidad en nosédonde" o "Vuelve a casa, vuelve"..., tengo que reconocer que éste es un Adviento totalmente distinto; quizá es un Adviento más cercano a lo que realmente es, un  tiempo de espera (y es que eso de esperar lo saben hacer muy bien por estas latitudes). El caso es que me llama la atención la sobriedad con que se vive aquí el Adviento. Sin embargo también he descubierto que nuestra vida discurre en un "Belén viviente", porque aquí no nos faltan ni los pastores, ni las lavanderas en el río, ni los rebaños de ovejas, ni los establos con su mula y su buey, ... hasta nos sale el "caganet" de turno cuando menos te lo esperas!... Así que no nos podemos quejar.

La única tradición  que parece bien arraigada y que ya pudimos comprobar la pasada navidad, es la de colocar una gran estrella de papel o de plástico en la puerta de casa con una luz en su interior. El caso es que no se trata sólo de una tradición cristiana, por lo que en los caserones de los ricos, en las barracas de los pobres, en las casas de los cristianos, musulmanes o hindúes, se anuncia con una estrella que ha llegado el tiempo de navidad y cuando anochece, poco a poco, va apareciendo un auténtico mar de estrellas, dibujando en el paisaje un tintineo de colores digno de admirarse.

Y es que en el fondo, la navidad no es otra cosa que colocar una estrella y convertir nuestra casa en un nuevo portal, donde nazca la Vida, sin ruido, sin propaganda,  sencillamente como hace más de 2000 años, y una Vida manifestada en la forma que sea: en la familia, , en uno mismo, en mis relaciones, en mis sentimientos,... ese es el mejor regalo.

Así pues aquí seguiremos, junto a tantos otros, anunciando la Navidad con una estrella,  queriendo guiar a unos Magos de Oriente, aun sabiendo que no dejarán ningún regalo a la puerta de casa.

 Nada más, desde aquí, sólo desearos una Navidad con estrella.

Jorge

lunes, 1 de diciembre de 2003

Visita a un slum

Era una de esas mañanas en las que el sol se regalaba con generosidad. La tarde anterior había estado lloviendo y había dejado limpia la atmósfera de polvo y arena. Los pescadores estaban faenando desde la madrugada... el resultado era una postal perfecta, casi idílica. Desde la ventana de la habitación del colegio de La Salle en Colombo, la vista era más propia de un hotel de cinco estrellas que de un colegio.

     Llevábamos dos días en Colombo, la capital de Sri Lanka, cuando el Hermano Henry nos propuso visitar la guardería y el proyecto educativo que tienen los hermanos de La Salle en una de las zonas más pobres de la capital. Hacia allá nos fuimos acompañados de otro hermano. Visitamos el centro técnico donde diariamente se imparten clases prácticas de carpintería, albañilería, fontanería, ... El H. Emmanuel era encargado de este centro, que nació hace 22 años como respuesta a las necesidades educativas de una población marginada, más inclinada al trabajo técnico que a otros eruditos campos del saber. Terminada nuestra visita fuimos a conocer el parvulario que los Hermanos de La Salle tienen en el Slum (un Slum es un barrio de chavolas sin una organización establecida, sin ninguna infraestructura sanitaria y con un nivel de pobreza extremo).

     Cuando te acercas a un slum, te das cuenta de que ha habido un cambio de "paisaje". Desde la furgoneta se podía apreciar la pobreza de las chavolas, las calles (por llamarlas de alguna manera) distribuidas de forma aleatoria, la galería de olores o el hacinamiento de las basuras con sus consabidas ratas.  Los que allí viven son el resultado de una sociedad con un nivel de vida inalcanzable para casi la mitad de la población de Sri Lanka, lo que hace de su pobreza una pobreza endémica, extrema y sin vías de solución. Pues allí nos plantamos para visitar el parvulario de los Hermanos, situado en el centro del slum, y  donde acuden diariamente más de 60 chiquillos de entre 3 y 6 años. Es curioso como una vez dentro, también se aprecia otro cambio de "paisaje"; esta vez se respira la vida y la alegría que brota de la inocencia y la vitalidad de los niños. También tuvimos la oportunidad de visitar algunas de las familias que viven en el slum. Es toda una experiencia perderse por las callejuelas de barro (digo yo que era barro) e ir descubriendo la vida que se oculta en cada chavola, en cada familia, sus luchas y penurias por salir adelante, sus alegrías compartidas (todo se comparte en un sitio así); recuerdo a la señora que había perdido una pierna, aplastada por un contenedor y que sentada en el suelo sonreía ante nuestra visita; o el niño ciego de 7 años que no encontraba el sentido de ir a la escuela, ante la desesperación de su familia ...

    Y cuando sales de allí, sales pensando que parece mentira que en el siglo XXI todavía existan lugares donde genero humano sigue luchando día a día por sobrevivir. Y sales descubriendo que siempre es allí donde emergen estos pequeños rincones solidarios en forma de proyectos, de personas, de congregaciones, que dan al mismo genero humano la dignidad para seguir luchando por un mundo más justo e igualitario.

     Nada más, un abrazo y sed felices.

Jorge

sábado, 1 de noviembre de 2003

Un año compartido contigo

Parece que fue ayer cuando, allá por noviembre del 2002, en Londres, se nos ocurrió la posibilidad de hacer una página web para compartir con los cercanos y los lejanos las andanzas de esta pequeña comunidad en camino hacia La India. Desde entonces y hasta ahora hemos compartido con vosotros momentos muy significativos, como la primera visita a la India en las navidades del 2002 o el traslado a la comunidad de ELANICO en Manchester;  como nuestra llegada a Tamil Nadu en Junio de este año o el posterior asentamiento en Nagamalai, o como ahora, compartiendo nuestros primeros pasos en la promoción vocacional.

Gracias a vuestras visitas diarias o semanales, sabemos que nuestra misión cuenta al menos con la mirada de los que se acercan a esa pequeña ventana del ordenador, por interés o simplemente por saber qué es de estos tres Hermanos “enrolados en esta pequeña locura del Evangelio”. Gracias al servidor, sabemos que son más de 20 países los que ya han pasado por esta página, y  que unas veces por accidente (seguro) y otras por medio de buscadores u otros enlaces,  se unen a nuestra misión (aprovecho para saludar desde aquí a nuestro visitante de Washington que diariamente se pasea por nuestra web). Igualmente queremos agradecer las visitas de los Hermanos de las diferentes comunidades del Instituto, así como los miembros incondicionales de nuestras comunidades de jóvenes y no tan jóvenes… estamos convencidos de que esto también es hacer familia y eso nos basta. 


BROTHER FOR EVERYONE AND BROTHER FOR EVER.
“Hermano para todos y Hermano para siempre”

La crónica de esta semana lleva el título de nuestra promoción vocacional. No es fácil anunciar la vocación de Hermano en medio de un cristianismo tan "clericalizado" y donde el ser sacerdote lleva consigo cierto "estatus". Sin embargo eso nos convence más de la actualidad de nuestra vocación y de su futuro en la India.  De ahí el título, "Hermano para todos y Hermano para siempre", un mensaje que llama la atención y que, por lo menos, cuestiona.

Estamos satisfechos con los comienzos, sabemos que es el primer paso, pero la respuesta de los jóvenes está siendo muy positiva... habrá después que pulir y "purificar" las intenciones, pero es una buena señal para nuestros comienzos. En esta tarea nos están ayudando los Hermanos de la Salle que, además de compartir una misma vocación (la de ser Hermano) y una misma misión (educación de la juventud), son un ejemplo vivo de acogida fraterna y compromiso con los pobres.

De esta semana destacaría la experiencia en uno de los internados que visitamos. Con más de 700 chicos internos, los Jesuitas llevan a cabo una encomiable labor educativa. Nuestra llegada al colegio parecía más la de "Bienvenido Mr. Marshall" que la de dos misioneros en promoción vocacional (digo yo que no estaban muy acostumbrados al color de nuestra piel)... pero niños son niños aquí y en cualquier parte del mundo, así que bastaron un par de tonterías para que perdieran el "miedo", nos rodearan (mejor dicho nos absorbieran)  y marearan a preguntas donde más que la respuesta lo que importaba era oír nuestra voz, nuestra risa o nuestra reacción. He de decir que, a pesar del cansancio que llevábamos por los kilómetros recorridos, fue un momento bastante divertido.  

         Inolvidable fue también nuestra experiencia en la "Boy’s Village" donde los Hermanos de La Salle se encargan de dar una educación y una estabilidad a los más de 70 niños entre 5 y 14 años, recogidos de la calle, abandonados, huérfanos o en situación de pobreza extrema. Compartir con ellos esta semana ha sido una auténtica bendición. Tengo que confesar que cuando ves a un niño de 5 años lavarse la ropa él solo, uno no sabe si reír, llorar... o admirar tanta inocencia en tan poca cosa.

          En fin, todo sea por el Reino.  Nada más, un abrazo y sed felices.

 Jorge

miércoles, 1 de octubre de 2003

El silencio que hace crecer

     El tiempo se para cuando uno entra en el Ashram cristiano de Shantivanam. Allí se respira esa atmósfera propia de los lugares santos que le dejan a uno sin capacidad de reacción, dócil, lleno de preguntas y vacío de prejuicios… y simplemente te dejas llevar.

          Han sido seis días de compartir en silencio con la pequeña comunidad de “Sanyasis” camaldulenses dedicados a la oración y la contemplación, seis días en los que la espiritualidad indiana ha ido calando nuestra forma de interpretar la liturgia, la oración diaria, las comidas, la meditación, y todo ello con una sencillez extrema, que va minando tanta complejidad y tanto ornato que llevamos dentro.

           Yo puedo comer con la mano, puedo ponerme el dothy (la falda que usan los hombres en Tamil Nadu), puedo adoptar gestos y costumbres, pero eso no es más que un paso en el camino de la inculturación. He acabado convencido de que se trata de un camino más ligado a lo espiritual y menos a lo “pintoresco”; se trata de asimilar una tradición milenaria, de abrirse a una Iglesia de ancestros orientales, de una liturgia llena de símbolos impensables en la vieja Europa; se trata – como dice uno de los Hermanos de allá – de descubrir la “otra cara de la moneda” en cuanto a tradición y espiritualidad se refiere.

          Y el silencio (con palabras o sin ellas) va cumpliendo su misión. Va dejando serenidad, va “cargando las pilas”, relativizando los problemas y haciéndote crecer por dentro – siempre por dentro – que es de lo que se trata. 

          Y vuelves a casa y la lucha diaria con ganas de seguir creciendo, de seguir buscando y descubriendo día a día, el don precioso de la alegría serena.

 Sed felices, que es gratis.

Jorge 


lunes, 15 de septiembre de 2003

¡Qué cosas tiene el bus!

      Hace apenas diez días iba yo en el autobús volviendo a casa después de una mañana rutinaria de compras en Madurai. A mi lado se sentó un hombre de mediana edad, que de forma espontánea inició la conversación típica entre dos desconocidos: "de dónde eres?", "qué haces aquí?" "qué te parece nuestro país?"... poco a poco fuimos compartiendo nuestras opiniones y vivencias, todo ello en el ambiente de cordialidad que suele reinar en estos autobuses atestados de gente, donde por encima de la incomodidad se da una cierta afinidad entre los que sufren con paciencia las apreturas del viaje. Pues bien, en apenas 20 minutos de trayecto hablamos de nuestras familias, de nuestras experiencias,...  supe que él era protestante (antes de que él descubriera que yo era católico), y no sólo se empeñó en que conociera a su familia, sino que después de darme su dirección y teléfono, me pagó el viaje en bus, emplazándome para a una futura visita. Uno llega a casa pensando que qué cosas tiene el bus.

          El caso es que hace una semana, conocimos a su familia. Vivían en un pequeño piso alquilado a la entrada de Madurai, con una cocina, un cuarto de baño, un dormitorio y una sala para todo lo demás. Mi sorpresa fue cuando descubrimos que su esposa era católica y su vecina evangélica, y juntos como familia no tenían ningún problema en acercarse a la Iglesia católica a celebrar la eucaristía o a la Comunidad Protestante a vivir una experiencia similar, o incluso algún día con la vecina y su hija pequeña iban a la oración de la Iglesia Pentecostal..., y todo ello con una naturalidad propia de los  sencillos, de los que no se basan en grandes filosofías sino en la experiencia de fe compartida en familia, de los que se acercan a la Biblia (subrayada, dicho sea de paso) con un ojo puesto en la Palabra y otro en el periódico y saben descubrir en ambos la mano de Dios... en pocas palabras, de los que creen.  

           Por supuesto, no habían oído hablar de Taizé o del movimiento Focolar, pero encarnaban el mismo espíritu, así que volvimos a casa con la sensación de haber descubierto uno de esos tesorillos que se encuentran por casualidad (o no) en los rincones perdidos de una ciudad.

          Vaya desde aquí, mi más sincero agradecimiento por la lección ecuménica recibida.

Con cariño.

Jorge

lunes, 1 de septiembre de 2003

Enemigo público

       Hace más o menos un mes, el gobierno expulsó a un misionero en el norte de la India. Fue sin dar ninguna explicación, sin propagandas, simplemente le comunicaron que disponía de tres días para abandonar el país. Así, sin más.

          El caso es que, vista la situación, hace un par de semanas nos recomendaron que no "hiciéramos mucho ruido", que desconfiáramos de los que preguntaban quiénes éramos, qué hacíamos aquí o por qué habíamos venido... (confieso que son las preguntas más socorridas para entablar una conversación con las personas que nos rodean), en fin que no "pareciéramos" Hermanos... Y yo me pregunto: ¿Puede acaso una madre disimular y no parecer una madre?

          Reconozco que la situación de los misioneros extranjeros no es nada fácil en este país. Oficialmente se nos considera enemigos del gobierno y obtener el visado es imposible si te presentas como misionero, pero he llegado a la conclusión de que no puedo decirle a la señora del puestecillo de frutas que soy un extranjero que va a pasar un año de turismo en la India, sin una responsabilidad o cometido específico, es más, supongo que la señora pensará que hay sitios más "turísticos" en la India que este pequeño rincón de polvo y miseria que es Madurai. Ayer mismo un conductor de Auto-rickshaw, al subirme en su vehículo, me dijo en un inglés con acento indiano: "Buenos días, Hermano"... ¿qué le digo yo? "No, yo no soy Hermano, te estás confundiendo de persona...". Prefiero presentarme como alguien que viene a este país a echar una mano en lo que se pueda, a parecer un turista simplemente de paso.

          Y es que, como siempre, la gente de la calle, la gente de las aldeas y caminos son los más justos y cercanos a la hora de acoger a estos "enemigos públicos"... mucho mejor que cualquier gobierno o institución oficial.

          En fin, la prudencia... siempre, el miedo... nunca; sólo porque sé de quien me he fiado.

Un abrazote.

Jorge

viernes, 15 de agosto de 2003

Cuando una imagen vale más que mil palabras

         Desde el 4 de agosto, fiesta del Santo Cura de Ars, estamos viviendo en nuestra casa arrendada en Nagamalai (la montaña de la culebra).

         Somos observados por los ojos interrogantes de nuestros vecinos, de los vendedores, de los transeúntes, de los pasajeros en los autobuses… somos foco de atención por el color de nuestra piel (aquí somos nosotros los que ponemos la nota de color).

         Poco es el Tamil que sabemos y pocos son los que hablan inglés. Nuestra comunicación verbal es limitada, sin embargo, nuestro campo de relaciones va en aumento, así como los lazos de amistad, especialmente con los vecinos y los cristianos de la zona.

         Y observamos lo que sucede a nuestro alrededor: la llegada de la lluvia, la vitalidad de la Iglesia (como semilla de mostaza), la ayuda de las congregaciones religiosas vecinas, la honestidad y amabilidad de la gente, la realidad de las castas, la pobreza… miles de imágenes  que seducen nuestra atención y quedan grabadas en nuestra retina para ayudarnos a reflexionar dónde estamos y qué debemos hacer.

         Aquí la única forma posible de gritar que somos Religiosos Hermanos es con nuestra vida, bien porque no lo entenderían o bien porque sería peligroso publicarlo abiertamente.

         Esperemos que nuestra vida sea testimonio visible y creíble de modo que no tenga que reprocharnos el Maestro: “Haced lo que ellos dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque dicen y no hacen”.

         Hasta la próxima cita.

            Roberto

viernes, 1 de agosto de 2003

Haciendo camino

     Parece mentira, pero hace ya más dos meses que llegamos a la India. El tiempo pasa rápido cuando se vive con cierta intensidad y así hemos vivido este tiempo: con intensidad. Durante estos dos meses no hemos dejado de aprender, de descubrir lo novedoso de una cultura, de unas tradiciones, de un estilo de vida muy diferente al que trajimos en nuestras maletas... En este tiempo, hemos cambiado algunos hábitos en el comer, en el vestir, en la vida diaria (y los que nos quedan por cambiar),... hemos cambiado hasta nuestra postura en la oración. Hemos aprendido a confiar (aquí todo se hace de palabra), a convivir con la inseguridad que trae consigo "ser extranjeros y misioneros a la vez", en fin, hemos aprendido a mirar lo que nos rodea no con los ojos del visitante sino con los ojos del que se queda.  Sin embargo somos conscientes de que este camino de inculturación es largo,  tedioso y, muchas veces, "estéril" y sin fruto aparente.

     ¿Qué nos falta? Ciertamente nos queda mucho por recorrer, por aprender y descubrir, por convertir desde dentro, por asumir como propio y normal; nos falta aprender su idioma (el que sale por sus labios y el que se adivina por su rostro, por sus gestos), nos falta todavía hacernos presentes entre estas gentes como uno más (hasta ahora somos casi "un atractivo turístico" para ellos allá donde vamos), ser referencia de justicia, de solidaridad. Es difícil, pero sabemos que es una labor conjunta (ellos y nosotros) y supeditada al paso del tiempo. Simplemente, nos queda seguir caminando.

     ¿Y ahora qué? Pues ahora nos mudamos a nuestra casa. Terminada nuestra etapa con los PP. Claretianos comenzamos una nueva etapa como comunidad, una etapa más, con nuevos retos y dificultades, pero necesaria para poder lograr nuestro objetivo. Ahora es cuando el camino a recorrer se hace un poco más estrecho pero no por ello menos intenso y hermoso. Dios dirá, como siempre, Dios dirá.

Un abrazo.

Jorge

viernes, 25 de julio de 2003

Buscando casa

 DÍA 2 DE JULIO
En el desayuno nos comentan que hoy hay huelga de empleados públicos contra el gobierno de este Estado de Tamil Nadu y que posiblemente afecte al transporte. Poco más tarde viene Moses, amigo de los claretianos, quien nos dice que los autobuses funcionan con normalidad. Habíamos quedado con él para visitar una casa por si sirve como residencia provisional para nosotros y para acoger a un grupo de formandos al año que viene.

                La vamos a ver. No nos afecta la huelga. La vivienda está al lado de los Franciscanos, en  Othakkadai, prácticamente ya fuera de Madurai, en el lado opuesto a donde nos encontramos nosotros. La casa es propiedad de un profesor de la Facultad de Filosofía. Su esposa murió en accidente en Navidad y desde entonces las obras están paradas. Faltan bastantes cosas por terminar.

El edificio en sí está bien, pero esta zona tiene problemas con  el agua, por lo cual no la vemos idónea para establecer aquí nuestra casa de formación. El hecho de que esté sin concluir y el dueño no quiera alquilarla sino venderla, supone mayor dificultad, sobre todo considerando nuestra condición de extranjeros.



DÍA 3 DE JULIO: STO. TOMÁS
                Hoy es la festividad del apóstol Sto. Tomás, que según la tradición estuvo evangelizando en La India, concretamente en el vecino estado de Kerala. Pedimos al Señor, por su mediación, por la delegación de los claretianos de Kerala y por nuestra fundación: Que el apóstol que, siguiendo el deseo de Jesús de “ir por todo el mundo” vino a la India, nos ayude a nosotros que, siguiendo el mismo envío de Jesús, hemos venido a esta tierra.

                Esta mañana la hemos dedicado a ver diversos terrenos donde construir nuestra casa de formación. Nos ha acompaña el P. Immanuel, religioso Palotino, director y constructor del centro de PILLAR, dedicado a convivencias y ejercicios espirituales. Viene también un seglar de su confianza dedicado a la venta de fincas.

Hemos fijado los siguientes criterios para seleccionar el terreno:
·    Que esté bien situado, cerca de núcleo de población, de alguna comunidad religiosa y de alguna parroquia.
·     Bien comunicado con centros de estudio.
·     Agua buena y abundante.
·     Con una superficie de alrededor de 3 Has.. Si la finca es más grande, en el futuro se podría construir en ella además alguna obra social, por ejemplo escuela.
·     Que sea tierra apta para el cultivo.
·     Facilidad para poner electricidad y teléfono.              
Después de hablar con sacerdotes y religiosos, nos parece que la zona de Nagamalai, a 11 Km. de Madurai,  es la que cumple mejor estos requisitos. Aquí es donde buscaremos especialmente.

Esa mañana hemos visitado seis fincas, de las cuales una nos parece que reúne las condiciones requeridas. Falta por comprobar la cuestión del agua. Está a las afueras del pueblo, a un Km. de la Parroquia, cerca de los HH. de La Salle y de los PP. Palotinos y a dos Km. de la carretera principal. El terreno es de unas 4 Has. Ahora está sin parcelar, por lo cual es más barato. La parcelación llega ya al lado mismo de esta finca.

Por la tarde los estudiantes claretianos, que realizan los tres primeros años de estudios universitarios, realizan una “solemne” velada cultural: discursos, canciones y una obra de teatro. El H. Jorge participa con una aplaudida canción.



DÍA 5 DE JULIO
                Tras la jornada de descanso y estudio de ayer, hoy dedicamos la mañana a visitar a los Hermanos de la Salle. En el viaje admiramos el bonito paisaje que se extiende a la otra parte de la montaña, en el valle del río Valgai, que pasa por Madurai: palmeras, bananeras y variada clase de árboles y cultivos se suceden ininterrumpidamente.

                Así llegamos a St. Pius X Boys Town:  en medio de una riquísima vegetación  se  extiende esta obra social de los Hermanos donde  educan y dan formación profesional a muchos chicos sin recursos económicos y con fuerte problemática familiar. La propiedad tiene 52 Hs., con agua abundante y buena.

                Nos atiende el H. John Fernando, Presidente de la Delegación de la India, cargo equivalente prácticamente a Provincial. Nos informa detalladamente de su plan de formación. Nos presenta a la docena de jóvenes que están realizando aquí su postulantado. El noviciado lo hacen en Filipinas. Tienen actualmente cinco novicios, en dos años. El H. Delegado quiere tener su propio noviciado aquí en La India, para dar una formación más adaptada a esta gente y a esta tierra. El H John Fernando es también el Presidente de la Unión de Congregaciones Laicales de La India, y en su nombre nos da igualmente la bienvenida.

                Le agradecemos su acogida y nos dirigimos a visitar un nuevo terreno cerca de Nagamalai, a 1,5 Km. de distancia, por carretera, del que vimos antes de ayer. Parece reunir bastante bien las condiciones requeridas, aunque el punto más débil es su distancia a la carretera principal y su mayor aislamiento.

                Visitamos la casa de Formación de los Hermanos de la Salle de Nagamalai, donde 45 jóvenes realizan su formación. En los centros universitarios próximos estudian lo correspondiente a los tres primeros años de universidad. Al terminar el tercero comienzan el postulantado. Aceptamos gustosos su invitación a comer. Saboreamos especialmente la rica fruta que procede de su misma finca.



6 DE JULIO
                Hoy hace exactamente un mes que llegamos a Madurai. Damos gracias a Dios por acompañarnos durante este tiempo y por colocar en nuestro camino personas buenas que nos ayudan.

                Dedicamos esta mañana a visitar dos casas de alquiler: una de ellas está bien situada en pleno pueblo de Nagamalai, pero tiene deficientes servicios, instalación eléctrica y de fontanería ya viejas, carpintería en regular estado de conservación y otras limitaciones. Los arreglos que están haciendo son sólo superficiales. Cuando hemos comentado las deficiencias, nuestros amigos acompañantes, los Palotinos, nos dicen que tendríamos problemas en el futuro. No nos interesa.

                Nos dirigimos a continuación a una vivienda, a la entrada a Madurai. Tiene 10 espacios grandes útiles, número suficiente. Tiene buena instalación de electricidad, agua, teléfono… Está cuidada y tiene buen aspecto. Quizá es demasiado buena para comenzar de casa de formación y el precio demasiado caro. Seguiremos buscando algo más sencillo.



7 DE JULIO
                Vemos esta mañana dos nuevas casas. Ambas están cerca de la carretera de Nagamalai a Madurai. La primera, más próxima a Nagamalai. La segunda, a la entrada de Madurai.

La primera está acabando de construirse. Son dos plantas y cada una está destinada para una familia: cocina, comedor y dos dormitorios con baño. Encima hay una terraza. Desconocen el precio. Este dato es importante, pues nos gusta su emplazamiento y el espacio, aunque un poco escaso, podría ser suficiente.

Nos dirigimos a continuación a visitar la segunda casa. Tiene un aliciente nuevo: ya está amueblada. La casa está cuidada y tiene buen aspecto, tanto por el material de construcción como por la calidad de los muebles. Pero tiene dos inconvenientes: el número de espacios disponibles es escaso y el precio es caro. No nos interesa.



8 DE JULIO
                A las 8,30 h. de la mañana salimos para Madurai. Cuando llegamos a la ciudad entramos en un centro de Internet para recibir y enviar mensajes. Mandamos uno detallado al H. Provincial sobre nuestra estancia aquí, resumen  de este primer mes, y las gestiones hechas para alquilar la casa y la compra del terreno.

                El resto de la mañana lo dedicamos a la compra de material.

                Comemos con las Hermanas de la Sagrada Familia, las postulantas y las aspirantas. Celebramos anticipadamente el cumpleaños de la Hna. Aurora, guatemalteca, y su despedida, pues mañana se va a Roma donde estará durante mes y medio. 

Durante la comida llama el H. Juan Andrés, nuestro Provincial, se interesa por nosotros y nos autoriza el alquiler de la casa. Agradecemos su cercanía.

Celebramos la Eucaristía con las Hnas. y formandas a las 4,30 h. por las intenciones de la Hna. Aurora.



9 DE JULIO
                Esta mañana hemos ido a la curia diocesana. Nos hemos entrevistado primeramente con el nuevo Procurador. Se ha puesto a nuestra disposición para lo que necesitemos, especialmente respecto a las cuestiones legales.

                A continuación nos ha recibido el nuevo arzobispo, Mons. Peter Fernando. Evocamos nuestro encuentro en Enero en su diócesis anterior, Thoothukudi. Nos da cordialmente la bienvenida a esta diócesis. No hay ningún problema para erigir nuestra casa de formación, tal y como nuestro Provincial había solicitado a este arzobispado hace unos meses. Pronto nos dará el documento acreditativo. Se ofrece a colaborar con nosotros tanto desde la curia como personalmente.

                Al final de la tarde, el P. Immanuel nos da el precio del alquiler de la casa,  que desconocíamos: son 6.000 Rupias al mes (unas 18.000 Ptas.). El anticipo sería de 50.000 Rupias. Nos urge a tomar una decisión pues hay otras personas también interesadas.



10 DE JULIO
                Antes de volver a la vivienda a la que acabo de referirme, nos informan en los Palotinos que hay otra disponible muy cerca.  La vemos el H. Jorge y yo, pues el H. Roberto ha ido a buscar a la Hna. Bernarda. Nos parece que puede convenirnos más que ningún otro: por el emplazamiento, por el precio y por sus características. Está a cincuenta metros de la carretera principal, al lado de la parada de autobuses en la entrada a Nagamalai, cerca de los Palotinos y de los Hnos de la Salle. El precio es de 4.500 Rs. al mes (13.500 Ptas.) con un anticipo de 30.000 Rs., a devolver al final. Son dos pisos superpuestos con 4 dormitorios, dos cocinas, dos comedores y una salita más. Tiene una terraza y pequeña huerta alrededor de la casa.

                Nos encontramos con el H. Roberto y la Hna. Bernarda en la casa de 6000 Rs..Les indicamos la que acabamos de ver. Nos dirigimos a ella. La propiedad acepta realizar los pequeños arreglos que le sugerimos. Todos estamos de acuerdo en que es la más adecuada para nosotros. Quedamos citados para mañana a las 5 de la tarde para la entrega del anticipo.



11 DE JULIO
                Por la mañana hemos estado con el procurador diocesano P. Gnanapragasam D., Hemos ultimado con él y sus colaboradores los detalles sobre el alquiler de la casa.

                Por la tarde, a las 5,00 h. en punto, efectuamos la operación y se firma el “acuerdo”, redactado en Tamil, la lengua común aquí y que todos entienden. Como intermediario está también el P. Administrador de los Palotinos, P. Rajam, quien también nos está acompañando  estos días. La dirección de la casa es la siguiente:
                               Jayabhawan, door nº 3/205 A
                               Pillar Road, Nagamalai
                               Madurai 6250019
                               (Tamil Nadu) ((India)).



El propietario tiene diez días para realizar las modificaciones que acordamos. Así que a final de mes o a principio de Agosto, podremos estar en nuestra nueva casa, que también está a vuestra disposición por si queréis pasaros por aquí o si deseáis mandarnos correspondencia. 

H. Justo Rubio
                              

martes, 1 de julio de 2003

El pan nuestro de cada día

          Hablar del pan nuestro de cada día en la India es hablar del "Chapatti", una torta hecha a base de harina que está presente en la mayoría de las comidas y que, dicho sea de paso, está buenísima. Así que, como veis, nos faltó tiempo para meternos con la cámara en la cocina y "pillar" a nuestro "cook" elaborando, con el arte de los que saben, el chapatti de la cena.

         ¿El sabor del chapatti? Sabe a tradición, a lo sencillo; sabe a lo que cuesta poco pero significa mucho, sabe a la India y, ¿por qué no? sabe a gloria entre tanto picante... es más, si pones un huevo frito, un poco de arroz y lo enrollas, está para chuparse los dedos (cosa que has de hacer si comes con la mano, como es el caso).

         Sin embargo, hay otro pan diario, más difícil de digerir: El pan de la injusticia, de un trabajo que huele más a explotación que a trabajo, de una pobreza digerida con los años y que precisamente por eso está enquistada en minorías, mujeres y niños, que viven en los barrios y suburbios de las ciudades ocupando la mayor parte de las mismas. Un pan que deja un sabor amargo cuando se ve desde fuera (porque al ser "blanco" aún siendo misionero, te hacen verlo desde fuera), y recome a medida que te adentras.

        Uno y otro pan pertenecen a este pueblo. El primero es alimento y el segundo lucha, así que estamos convencidos que igual que hemos gustado el primero podremos luchar contra el segundo... Gandhi lo hizo... Cristo lo hizo.

Jorge

domingo, 15 de junio de 2003

Una cálida acogida

         Hace ya una semana que llegamos a la India. La bienvenida fue cálida tanto por la alta temperatura como por la atención, delicadeza y cariño con los que nos recibieron las Hermanas de la Sagrada Familia de Spoletto y los PP. Claretianos.

            Nuestros primeros días en Claret Bhaván (seminario para los estudiantes de filosofía, futuros padres Claretianos) han supuesto un periodo de aclimatación al calor y al ritmo de vida de esta tierra y una oportunidad para conocer nuevas realidades y vivir interesantes experiencias.

            Ante el problema de los infanticidios (sobre todo de niñas), los Padres Claretianos abrieron una casa para rescatar a estas niñas de la muerte y darlos en adopción a otros padres que no pueden tener hijos. El Domingo visitamos, guiados por el Padre Jayabalán, esta casa de misericordia, donde vimos además de los bebés a los ancianos, ambos atendidos por una comunidad de Hermanas y laicos.

            En nuestra primera prospección para encontrar casa alrededor de Karumathur (población a unos 30 kilómetros de Madurai), visitamos a los Religiosos de la OMD. Hablando con ellos pudimos hacernos conscientes de los problemas que surgen al implantar una casa en una zona hindú sin apoyo de cristianos y de que la ley anticonversión sigue vigente y se aplica en el estado.

            Poco a poco vamos inculturándonos. Nuestros primeros pasos han sido comenzar a estudiar Tamil, comer con la mano, ponernos el “lungi” por las noches (una especie de falda típica), ducharnos con el cubo de agua...

            Concluyo esta primera comunicación transmitiéndoos nuestra sensación de felicidad a pesar de los pequeños problemas que se nos van presentando, porque sabemos de Quien nos hemos fiado. ¡Párkalam! (Hasta pronto).

Roberto Cabello

jueves, 1 de mayo de 2003

Fin del capítulo primero


          Este ha sido un de esos años que, por tener tantas experiencias nuevas, tardan en olvidarse: nuevo país, nuevo idioma, nueva comunidad, nuevas costumbres, Londres, la India, Manchester...

Eso de ponerse a estudiar después de haber "colgado los libros" siempre es un poco duro, y aunque dicen que viene bien (ya sabes eso de ... el saber no ocupa lugar...),  surgen de vez en cuando los fantasmas del "dónde me he metido" o del "pero quién me mandó a mí meterme en esto" . Sin embargo, ahora que estamos acabando, es un buen momento para recapitular lo que ha significado para mí este curso:
* He descubierto que soy más feliz trabajando con la gente que con los libros.
* He descubierto que el inglés es una herramienta, nada más, y que el idioma que tengo que aprender es el que hablan los que nada tienen, los descalzos.
* Me he dado cuenta de que los religiosos tenemos mucho en común, aunque pertenezcamos a culturas distintas.
* He descubierto que cuando uno está lejos de casa piensa más a menudo en los suyos, en los que dejó atrás, familia, amigos, hermanos...
* Y he descubierto que, pese a todo lo que decían sobre la comida inglesa, yo sigo estando redondo.
Así que sólo me queda dar las gracias por estos meses a todos aquellos que los han hecho posible... ya veremos cómo se nos da el tamil.
Jorge



OCHO  MESES EN EL CRUCE DE MIL CAMINOS.

De Septiembre a Abril, he tenido la sensación de peregrinar por los senderos del mundo, de marchar codo a codo con muchas personas, muy diferentes y sin embargo cercanas.

ROMA: ciudad a la que llevan todos los caminos. Mi Eucaristía en Santa María la Mayor, con el Consejo General, los Superiores Provinciales y muchos, muchos peregrinos de profundísima Fe. Loreto, con la”casa de Nazaret”, cruce sin igual, en el misterio de la Encarnación, de los caminos de Dios y de los hombres.

LONDRES: Escuelas de inglés con compañeros procedentes de Japón, China, Rusia, Méjico, Argentina, Brasil, Italia…de los cuatro puntos cardinales.  Museo Británico, torre atalaya sobre las principales culturas del mundo antiguo. Contacto con las Iglesias: católica, anglicana y ortodoxa. Relación en la casa de los combonianos con religiosos y seglares de alma apostólica y ánimo emprendedor.

LA INDIA: con sus ríos exóticos, sus templos antiquísimos, sus calles llenas de gente, y su hambre y su sed… que nos aguardan.

MANCHESTER: Remanso de tranquilidad y arduo trabajo de aprendizaje de Inglés con los Hermanos de la Salle, sencillos, acogedores, entregados. Salidas culturales por las sendas de la Historia Inglesa. Trato con religiosas de Polonia, de honda espiritualidad y generosa actitud.

Concluyen estos ocho meses, de continuo cargar mi mochila con conocimientos de inglés, de cruzar mi vida con otras mil vidas, de otear desde el silencio de mi corazón el pasado y el futuro, de preparar mi espíritu para seguir a Jesús de Nazaret por los senderos apasionantes de su propio continente.

H. Justo Rubio.



¡GRACIAS, SEÑOR!

           Estos siete meses en Inglaterra han pasado volando, como sucede con toda experiencia que se vive en profundidad. Nuestra estancia de catorce semanas en Manchester ha sido altamente enriquecedora. Las excursiones nos han mostrado la belleza de esta tierra (llena de colinas verdes y góticas catedrales) y su interesante historia (Bretones, Romanos, Anglosajones, Vikingos, Normandos, Revolución industrial, Guerras Mundiales). La diaria inmersión en el inglés (clases, escucha de radio, lectura de libros en inglés, conversaciones con los de la casa, escuchar la radio y ver la televisión) me ha dado una base y confianza para usar esta lengua con cierta comodidad en el futuro.

El contacto con las diferentes realidades cristianas me ha abierto a diferentes formas de hacer y de vivir en Iglesia. He presenciado la realidad de una Iglesia Romana Católica en minoría pero viva en las cuidadas celebraciones litúrgicas y comprometida  con los necesitados, en la defensa de los niños y en el ecumenismo. Ha sido para mi una gracia haber podido vivir la Pascua en una parroquia con un religioso Benedictino en Leyland, y disfrutar de una comunidad parroquial activa en la ayuda mutua, en la colaboración en las tareas comunes y en la acogida de todos los que se acerca a ella. El trato con las personas conocidas (especialmente con los Hermanos de la Salle) me ha revelado la grandeza de corazón, la acogida, el respeto y el humor de los ingleses. Por todo ello en mi mente, en mi corazón y en mi espíritu resuena una gran acción de gracias a Dios por todo. Thank you very much!

Roberto Cabello.

sábado, 12 de abril de 2003

Los cementerios están llenos de gente imprescindible

          Ha sido una de esas frases lapidarias que guarda la sabiduría de la gente, que sin proponérselo te deja pensando y ante la que poco o nada puedes decir. Y es que muchas veces vamos por la vida pensando que nuestra labor es la más importante, que merece todos nuestros esfuerzos porque es la que va a cambiar el mundo.  

          La verdad es que viene bien de vez en cuando -sólo de vez en cuando- plantearse el porqué haces las cosas (por qué me voy a la India en este caso), así que no creo que desvele ningún secreto si digo que no me siento imprescindible ni aquí ni allá y, aunque mi corazoncito siempre guarda con cariño las personas con las que comparto mi vida (familia, amigos, Hermanos, compañeros de fatigas y desvelos) no es precisamente la sensación de "imprescindible" la que me llena sino más bien la de "agradecido" o algo por el estilo. La India es, sin duda, un proyecto de futuro, en muchos casos cargado de imprevistos y con un cierto grado de incomodidades (las justas) pero que visto desde aquí tiene algo que da sentido a lo que eres, en lo que crees y por lo que luchas. 

         No me voy a la India huyendo de algo o porque ya no me gustaba lo que hacía en Barcelona, no; se trata más bien de buscar, de dar un paso más, de arriesgar un poco, sabiendo que donde voy está ese algo que busco, porque de los pobres y olvidados (y esto lo dice el Evangelio) es el Reino. Es más, creedme si os digo que confío más en que Dios haga su parte que en mis empeños, ideas o intuiciones (o las de mis Hermanos dicho sea de paso). 

         Así que uno se queda tranquilo cuando descubre eso de "si es obra de Dios saldrá adelante", sin ruido,... sin gente imprescindible.

Jorge

miércoles, 19 de marzo de 2003

La paz contigo

          Supongo que este es el mejor momento para hablar de la paz, aunque a veces se corre el peligro de decir lo de siempre, eso de "hay que luchar por la paz" o "la paz es el primer paso para el desarrollo" y cosas por el estilo. 

          La paz es un derecho, pero es más una consecuencia. No hace falta ser muy racional para saber que las guerras sacan lo peorcito del ser humano y lo ponen al final de los seres que llamamos "inteligentes". Por otra parte, conozco a mucha gente que se le llena la boca de palabras de paz mientras son capaces de montar una bronca por la cosa más insignificante con palabras de "destrucción masiva" y haciendo daño a diestro y siniestro. Estoy de acuerdo con que la guerra es una locura cargada de injusticias, pero hay que acabar con TODAS las guerras y habría que empezar por las que comienzan en casa o en comunidad que, dicho sea de paso, son las más cruentas.  

         Y ya que estamos hablando de luchas, estoy convencido de que las únicas luchas que merecen la pena librarse son las que tienen lugar en uno mismo. Aquellas que nacen del convencimiento de ser mejores y que nos permiten ser más justos o más solidarios, más humanos o incluso más felices. Me da la impresión de que esas luchas no están muy de moda (ni siquiera ahora en cuaresma) y supongo que el problema es el miedo a enfrentarse a uno mismo cara a cara.

          Mientras tanto, habrá que seguir anunciando que la paz continúa siendo un bien preciado que nace como consecuencia de la paz que todo ser humano puede y debe conquistar en su vida

Jorge García

domingo, 23 de febrero de 2003

En el fondo del presente

            Continuamos nuestro éxodo comunitario hacia nuestra tierra prometida vagando por el desierto de la rutina diaria. Es una marcha forzada por el aprendizaje del inglés, que poco a poco nos va siendo familiar y nos deja escaso tiempo para hacer otras cosas. Pruebas y dificultades no faltan, pero sobre todo estamos viviendo experiencias interesantes de la Britain de ayer y de hoy.

            Los alrededores de Manchester están marcados por el periodo de la Revolución Industrial. A pocas millas hemos podido visitar una de las primeras fábricas de tejidos a orilla del río para aprovechar el agua como energía motriz de las máquinas. En Wigan, a orillas del canal, la exposición nos introdujo en la realidad de los miles de personas que trabajaban en las minas para extraer el carbón utilizado en las fábricas y en el tren, y en la sociedad del siglo diecinueve participando de una clase estilo victoriano. Liverpool nos mostró la realidad del comercio de esclavos entre África y las Colonias Americanas, donde se cultivaba el algodón; y de los miles de emigrantes que embarcaban hacia el nuevo mundo buscando una vida mejor, pero que el algunos casos como el del Titánic nunca llegaron a su destino. Los canales que unen las ciudades del Noroeste de Inglaterra eran las vías de intercambio de mercancías más importantes, hasta que fueron sustituidas por el ferrocarril. Nuestra última salida a York (Yorvik) nos ha puesto en contacto con los pueblos de los que son herederos los actuales habitantes de esta isla: Celtas, Romanos, Anglosajones, Vikingos, Normandos.

            Varias experiencias del ahora nos están haciendo vivir el hoy de esta tierra. Con Jose Manuel (un Hermano del Salle español) visitamos Manchester un viernes por la noche, conocimos algo de la movida juvenil, el barrio chino y la gayvillage. De vuelta de Liverpool subieron durante un tiempo a nuestro vagón un grupo de adolescentes que no paraban de decir tonterías a todo volumen, se les notaba que habían bebido. La pobreza no sólo llama desde el pasado, también desde el presente de los mendigos pidiendo en las calles. Las comidas y refrigerios en pub y salones de thee nos introduce en los lugares donde se produce parte de las relaciones sociales y de amistad, por el ambiente tranquilo y el cuidado del mobilario. Las catedrales anglicanas son lugar para cuidar la música con las bien interpretadas canciones litúrgicas por coros y órgano, y los conciertos de diferente índole. El estado de preguerra es motivo para que los arzobispos católico y anglicano trabajen en conjunto por la paz, y para que en muchos lugares haya manifestaciones en contra de la guerra. En fin, los socials, las comidas, las oraciones, las clases son los medios que en Elanico nos ayudan a hacer una experiencia de carismas en comunión.

            Nuestro caminar continúa con la mirada fija en la estrella que se ha posado en Madurai, y con la voz interior que animaba a los peregrinos hacia Santiago de Compostela: ¡siempre adelante!

Roberto Cabello

viernes, 7 de febrero de 2003

Cuando la rutina se hace rutina


          Lejos quedan ya los ecos de nuestra aventura por la India. Aunque no os lo creáis, ahora nos toca lo más difícil… sacar de la rutina algo positivo. Y es que acostumbrado como estaba a los líos de pastoral, a las prisas y sorpresas diarias, a uno se le hace un poco extraño eso de sentarse y estudiar, eso de dormir siete horas, eso de saber lo que va a pasar durante el día.

           Ahora es cuando a uno le dan ganas de decir que basta ya de tanto inglés, que para hacer el bien no hace falta saber idiomas y cosas así… Sin embargo el otro día recordé que en evangelio se nos dice que Jesús estuvo treinta años preparándose para la vida pública (más o menos el 90% de su vida)… así que uno se consuela pensando que no va a estar 30 años aprendiendo inglés… (el que no se consuela es porque no quiere).

           En Manchester, nuestro horario se ha intensificado en horas de clases dejándonos menos tiempo para el trabajo personal. La verdad es que ya vamos haciendo nuestros pinitos en inglés y con tanta redacción vamos a acabar siendo una especie de Cervantes en inglés... En cuanto a nuestro tiempo libre tenemos dos excursiones a la semana, una los miércoles por la tarde (visitando algún museo o centro de interés) y otra los sábados (visitando alguna zona cercana a Manchester) que, a decir verdad, no están nada mal, aunque con el frío que hace por estas tierras a uno se le quitan las ganas de ver paisajes y castillos (de los que abundan por aquí) y prefiere quedarse en casa calentito, combatiendo la rutina con una actividad menos “refrescante”.

           En fin, como podéis ver todavía queda tiempo para seguir caminando, así que eso haremos, aunque sea un camino monótono.

Nada más, un abrazo desde Manchester.
Jorge

miércoles, 15 de enero de 2003

La vuelta a casa

     Fue un viaje largo, donde pisamos unos cuantos aeropuertos: Kochi, Bombay, París y Madrid; un viaje donde pasamos innumerables controles de seguridad, sobre todo en territorio indio. Sin embargo, cuando uno vuelve a casa, todo se hace más llevadero, más soportable, incluso los contratiempos más inesperados se minimizan…

      Llegamos a Paris a las 15,00 h (hora local), debíamos recoger las maletas y facturarlas en el vuelo de Iberia… todo iba perfecto hasta que nos dimos cuenta de que la maleta no salía. A uno se le queda la cara de póquer cuando ve que todos tienen su maleta y uno, como novio plantado, sigue esperando que la cinta escupa algo parecido a la maleta que embarcó al comienzo del viaje. Pues nada, tuvimos que hacer las pertinentes reclamaciones en el aeropuerto de París y marcharme con lo puesto hacia España (menos mal que el tabaco lo llevaba encima) y la esperanza de que el equipaje aparecería en alguno de los aeropuertos que, muy amablemente, nos indicó el encargado: Kochin, Bombay o Nueva York…

      Durante el último vuelo hacia España,  me preguntaba que después de tantos y tantos controles, los que estaban un poco “descontrolados” eran los encargados del aeropuerto de Bombay. En fin, cámara, fotos, recuerdos, ropa, … uno acaba llevando muchas cosas en la maleta, pero acaba convenciéndose de que lo importante es volver a casa y que el mejor recuerdo es lo que llevas dentro. Además, suerte que en casa siempre hay alguien que está dispuesto a darte ropa, a comprarte los zapatos que necesitas o a echarte una mano con el tema de las maletas.

      Gracias a Dios, la maleta ha aparecido y ahora está en Madrid (supongo que habrá dado alguna vuelta por Europa) y parece ser que está todo lo que llevaba, así que cuando tengamos las fotos, ya os enseñaremos alguna.

      Pasamos el día en Madrid y salimos el lunes por la tarde hacia Londres. Llegamos a Londres a dormir y salimos hacia Manchester, nuestro nuevo destino,  al día siguiente. El H, James nos esperaba pacientemente en la estación y nos trajo hasta casa, presentándonos a los hermanos y hermanas que desde entonces, son nuestra comunidad: Tres hermanas polacas, cinco hermanos de La Salle y tres hermanos de la Safa.

     La vida aquí está en función del aprendizaje del inglés, así que entre clases y alguna que otra salida, se nos va pasando el tiempo sin darnos cuenta. Quizá lo que más nos llama la atención es el horario de la casa (a las 6 ó 6,30 ya estamos cenaditos) y el silencio de Eccles (una localidad cercana a Manchester). El caso es que todavía no hemos podido comprar una cámara de fotos para la web y la conexión desde la casa es un poco lenta, así que todavía estamos inspeccionando y aprendiéndonos  los caminos y las tiendas de Eccles… qué le vamos a hacer.

      En fin, todo se andará. Un abrazo.

 Jorge

martes, 7 de enero de 2003

Retazos de un viaje II

7 enero 03  
  Aquí tienes los últimos retazos del diario de la India a nuestro paso por la Archidiócesis de Madurai en el estado de Tamil Nadu.



2 y 3 de enero (Madurai)
     Después del duro viaje en bus por las carreteras indias, llegamos a las 6,30 de la mañana a Madurai, donde nos esperaba la Hna. Bernarda (de las Hermanas de la Sagrada Familia de Spoletto). El primer día fue descanso y conocimiento del barrio donde las Hermanas tienen su casa de formación. Visitamos casas, chozas, familias… a simple vista esta zona es la más pobre que hasta la fecha hemos visitado.

    El día 3 de enero fuimos a visitar a los obispos de Madurai (arzobispo y obispo auxiliar). Nos acogieron y abrieron las puertas de su diócesis a nuestra posible fundación. Por la tarde visitamos a algunas congregaciones de la zona: Hermanos de la Salle, PP. Claretianos...



4 de enero (Palayankottai, Kottar y Tuticorin)
     Partimos pronto por la mañana hacia las diócesis del sur de Tamil Nadu. Nuestra agenda estaba un poco apretada: desayuno con el obispo de Palayancottai; comida con el obispo de Kottar y merienda con el obispo de Tuticorin. Todo salió “a pedir de boca” (nunca mejor dicho). Cada obispo nos comunicó sus inquietudes, nos informó de la situación de su diócesis y de las perspectivas vocacionales… todo ello en un tono muy cordial. Incluso en Tuticorin, el obispo nos llevó al lugar donde podríamos alojarnos hasta que nuestra casa estuviera construida.

     Camino de vuelta sufrimos un pequeño contratiempo al tragarnos literalmente una piedra que dañó la bomba del aceite. Así que nos vimos obligados a tomar un par de buses para poder llegar hasta Madurai donde nos esperaban las Hermanas.



5 de enero (Madurai)
   Después de la pequeña paliza de ayer y, en vista que era Domingo, nos tomamos el día de descanso. Asistimos a misa a la Parroquia junto con las Hermanas, las aspirantes y las postulantes. Por la tarde visitamos el famoso templo hindú de Madurai de Meenakshi y Sundareswsarar.



6 y 7 de enero (Sivagangai y Trichy)
     Salimos a las 8 desde Madurai hacia las diócesis del norte. Llegamos pronto a Sivagangai donde nos esperaba el Obispo. De nuevo la acogida fue ejemplar y nos animó varias veces a instalarnos en su diócesis (es una de las más fértiles de la India). Terminada la visita partimos hacia Trichy, la gran ciudad, donde se dan cita seminarios y casas de formación, así como los grandes colegios de los HH. Gabrielistas. Llegamos tarde a comer, pero nos acogieron igual de bien que en todos los lugares. Era un gran colegio (2.200 alumnos, 200 internos, piscina, campos de futbol, de baloncesto, de hokey, … ¡un zoo!). De fondo, un ruido familiar para los tres, el ruido de alumnos, de clases, de recreos… Visitamos por la tarde al obispo de Trichy y las casas de los HH. Gabrielistas. 

    De vuelta al colegio, rezamos, cenamos y visitamos las instalaciones.

    Al día siguiente, partimos después del desayuno. Nos quedaba por ver el aspirantado de los HH. Gabrielistas, a 60 km de Trichy. Llegamos a las 9 de la mañana y nos acogió un hermano joven, el cual nos enseñó la finca, la iglesia, la casa,… y contestó amablemente a nuestras preguntas.

     Llegamos a comer a Madurai y compartimos nuestras aventuras con las Hermanas. Por la noche, a modo de despedida, las postulantes y aspirantes nos deleitaron con bailes y cantos en tamil.

 Lo que nos queda…

Aún nos quedan unos días en la India; tenemos que viajar hasta Kochi (otro viajecito en bus), escribir algunas cartas de agradecimiento y salir hacia Madrid en la madrugada del 10 al 11… ya os contaremos…



Gracias por vuestro apoyo.