miércoles, 15 de enero de 2003

La vuelta a casa

     Fue un viaje largo, donde pisamos unos cuantos aeropuertos: Kochi, Bombay, París y Madrid; un viaje donde pasamos innumerables controles de seguridad, sobre todo en territorio indio. Sin embargo, cuando uno vuelve a casa, todo se hace más llevadero, más soportable, incluso los contratiempos más inesperados se minimizan…

      Llegamos a Paris a las 15,00 h (hora local), debíamos recoger las maletas y facturarlas en el vuelo de Iberia… todo iba perfecto hasta que nos dimos cuenta de que la maleta no salía. A uno se le queda la cara de póquer cuando ve que todos tienen su maleta y uno, como novio plantado, sigue esperando que la cinta escupa algo parecido a la maleta que embarcó al comienzo del viaje. Pues nada, tuvimos que hacer las pertinentes reclamaciones en el aeropuerto de París y marcharme con lo puesto hacia España (menos mal que el tabaco lo llevaba encima) y la esperanza de que el equipaje aparecería en alguno de los aeropuertos que, muy amablemente, nos indicó el encargado: Kochin, Bombay o Nueva York…

      Durante el último vuelo hacia España,  me preguntaba que después de tantos y tantos controles, los que estaban un poco “descontrolados” eran los encargados del aeropuerto de Bombay. En fin, cámara, fotos, recuerdos, ropa, … uno acaba llevando muchas cosas en la maleta, pero acaba convenciéndose de que lo importante es volver a casa y que el mejor recuerdo es lo que llevas dentro. Además, suerte que en casa siempre hay alguien que está dispuesto a darte ropa, a comprarte los zapatos que necesitas o a echarte una mano con el tema de las maletas.

      Gracias a Dios, la maleta ha aparecido y ahora está en Madrid (supongo que habrá dado alguna vuelta por Europa) y parece ser que está todo lo que llevaba, así que cuando tengamos las fotos, ya os enseñaremos alguna.

      Pasamos el día en Madrid y salimos el lunes por la tarde hacia Londres. Llegamos a Londres a dormir y salimos hacia Manchester, nuestro nuevo destino,  al día siguiente. El H, James nos esperaba pacientemente en la estación y nos trajo hasta casa, presentándonos a los hermanos y hermanas que desde entonces, son nuestra comunidad: Tres hermanas polacas, cinco hermanos de La Salle y tres hermanos de la Safa.

     La vida aquí está en función del aprendizaje del inglés, así que entre clases y alguna que otra salida, se nos va pasando el tiempo sin darnos cuenta. Quizá lo que más nos llama la atención es el horario de la casa (a las 6 ó 6,30 ya estamos cenaditos) y el silencio de Eccles (una localidad cercana a Manchester). El caso es que todavía no hemos podido comprar una cámara de fotos para la web y la conexión desde la casa es un poco lenta, así que todavía estamos inspeccionando y aprendiéndonos  los caminos y las tiendas de Eccles… qué le vamos a hacer.

      En fin, todo se andará. Un abrazo.

 Jorge

martes, 7 de enero de 2003

Retazos de un viaje II

7 enero 03  
  Aquí tienes los últimos retazos del diario de la India a nuestro paso por la Archidiócesis de Madurai en el estado de Tamil Nadu.



2 y 3 de enero (Madurai)
     Después del duro viaje en bus por las carreteras indias, llegamos a las 6,30 de la mañana a Madurai, donde nos esperaba la Hna. Bernarda (de las Hermanas de la Sagrada Familia de Spoletto). El primer día fue descanso y conocimiento del barrio donde las Hermanas tienen su casa de formación. Visitamos casas, chozas, familias… a simple vista esta zona es la más pobre que hasta la fecha hemos visitado.

    El día 3 de enero fuimos a visitar a los obispos de Madurai (arzobispo y obispo auxiliar). Nos acogieron y abrieron las puertas de su diócesis a nuestra posible fundación. Por la tarde visitamos a algunas congregaciones de la zona: Hermanos de la Salle, PP. Claretianos...



4 de enero (Palayankottai, Kottar y Tuticorin)
     Partimos pronto por la mañana hacia las diócesis del sur de Tamil Nadu. Nuestra agenda estaba un poco apretada: desayuno con el obispo de Palayancottai; comida con el obispo de Kottar y merienda con el obispo de Tuticorin. Todo salió “a pedir de boca” (nunca mejor dicho). Cada obispo nos comunicó sus inquietudes, nos informó de la situación de su diócesis y de las perspectivas vocacionales… todo ello en un tono muy cordial. Incluso en Tuticorin, el obispo nos llevó al lugar donde podríamos alojarnos hasta que nuestra casa estuviera construida.

     Camino de vuelta sufrimos un pequeño contratiempo al tragarnos literalmente una piedra que dañó la bomba del aceite. Así que nos vimos obligados a tomar un par de buses para poder llegar hasta Madurai donde nos esperaban las Hermanas.



5 de enero (Madurai)
   Después de la pequeña paliza de ayer y, en vista que era Domingo, nos tomamos el día de descanso. Asistimos a misa a la Parroquia junto con las Hermanas, las aspirantes y las postulantes. Por la tarde visitamos el famoso templo hindú de Madurai de Meenakshi y Sundareswsarar.



6 y 7 de enero (Sivagangai y Trichy)
     Salimos a las 8 desde Madurai hacia las diócesis del norte. Llegamos pronto a Sivagangai donde nos esperaba el Obispo. De nuevo la acogida fue ejemplar y nos animó varias veces a instalarnos en su diócesis (es una de las más fértiles de la India). Terminada la visita partimos hacia Trichy, la gran ciudad, donde se dan cita seminarios y casas de formación, así como los grandes colegios de los HH. Gabrielistas. Llegamos tarde a comer, pero nos acogieron igual de bien que en todos los lugares. Era un gran colegio (2.200 alumnos, 200 internos, piscina, campos de futbol, de baloncesto, de hokey, … ¡un zoo!). De fondo, un ruido familiar para los tres, el ruido de alumnos, de clases, de recreos… Visitamos por la tarde al obispo de Trichy y las casas de los HH. Gabrielistas. 

    De vuelta al colegio, rezamos, cenamos y visitamos las instalaciones.

    Al día siguiente, partimos después del desayuno. Nos quedaba por ver el aspirantado de los HH. Gabrielistas, a 60 km de Trichy. Llegamos a las 9 de la mañana y nos acogió un hermano joven, el cual nos enseñó la finca, la iglesia, la casa,… y contestó amablemente a nuestras preguntas.

     Llegamos a comer a Madurai y compartimos nuestras aventuras con las Hermanas. Por la noche, a modo de despedida, las postulantes y aspirantes nos deleitaron con bailes y cantos en tamil.

 Lo que nos queda…

Aún nos quedan unos días en la India; tenemos que viajar hasta Kochi (otro viajecito en bus), escribir algunas cartas de agradecimiento y salir hacia Madrid en la madrugada del 10 al 11… ya os contaremos…



Gracias por vuestro apoyo.