martes, 1 de julio de 2003

El pan nuestro de cada día

          Hablar del pan nuestro de cada día en la India es hablar del "Chapatti", una torta hecha a base de harina que está presente en la mayoría de las comidas y que, dicho sea de paso, está buenísima. Así que, como veis, nos faltó tiempo para meternos con la cámara en la cocina y "pillar" a nuestro "cook" elaborando, con el arte de los que saben, el chapatti de la cena.

         ¿El sabor del chapatti? Sabe a tradición, a lo sencillo; sabe a lo que cuesta poco pero significa mucho, sabe a la India y, ¿por qué no? sabe a gloria entre tanto picante... es más, si pones un huevo frito, un poco de arroz y lo enrollas, está para chuparse los dedos (cosa que has de hacer si comes con la mano, como es el caso).

         Sin embargo, hay otro pan diario, más difícil de digerir: El pan de la injusticia, de un trabajo que huele más a explotación que a trabajo, de una pobreza digerida con los años y que precisamente por eso está enquistada en minorías, mujeres y niños, que viven en los barrios y suburbios de las ciudades ocupando la mayor parte de las mismas. Un pan que deja un sabor amargo cuando se ve desde fuera (porque al ser "blanco" aún siendo misionero, te hacen verlo desde fuera), y recome a medida que te adentras.

        Uno y otro pan pertenecen a este pueblo. El primero es alimento y el segundo lucha, así que estamos convencidos que igual que hemos gustado el primero podremos luchar contra el segundo... Gandhi lo hizo... Cristo lo hizo.

Jorge

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