sábado, 1 de noviembre de 2003

Un año compartido contigo

Parece que fue ayer cuando, allá por noviembre del 2002, en Londres, se nos ocurrió la posibilidad de hacer una página web para compartir con los cercanos y los lejanos las andanzas de esta pequeña comunidad en camino hacia La India. Desde entonces y hasta ahora hemos compartido con vosotros momentos muy significativos, como la primera visita a la India en las navidades del 2002 o el traslado a la comunidad de ELANICO en Manchester;  como nuestra llegada a Tamil Nadu en Junio de este año o el posterior asentamiento en Nagamalai, o como ahora, compartiendo nuestros primeros pasos en la promoción vocacional.

Gracias a vuestras visitas diarias o semanales, sabemos que nuestra misión cuenta al menos con la mirada de los que se acercan a esa pequeña ventana del ordenador, por interés o simplemente por saber qué es de estos tres Hermanos “enrolados en esta pequeña locura del Evangelio”. Gracias al servidor, sabemos que son más de 20 países los que ya han pasado por esta página, y  que unas veces por accidente (seguro) y otras por medio de buscadores u otros enlaces,  se unen a nuestra misión (aprovecho para saludar desde aquí a nuestro visitante de Washington que diariamente se pasea por nuestra web). Igualmente queremos agradecer las visitas de los Hermanos de las diferentes comunidades del Instituto, así como los miembros incondicionales de nuestras comunidades de jóvenes y no tan jóvenes… estamos convencidos de que esto también es hacer familia y eso nos basta. 


BROTHER FOR EVERYONE AND BROTHER FOR EVER.
“Hermano para todos y Hermano para siempre”

La crónica de esta semana lleva el título de nuestra promoción vocacional. No es fácil anunciar la vocación de Hermano en medio de un cristianismo tan "clericalizado" y donde el ser sacerdote lleva consigo cierto "estatus". Sin embargo eso nos convence más de la actualidad de nuestra vocación y de su futuro en la India.  De ahí el título, "Hermano para todos y Hermano para siempre", un mensaje que llama la atención y que, por lo menos, cuestiona.

Estamos satisfechos con los comienzos, sabemos que es el primer paso, pero la respuesta de los jóvenes está siendo muy positiva... habrá después que pulir y "purificar" las intenciones, pero es una buena señal para nuestros comienzos. En esta tarea nos están ayudando los Hermanos de la Salle que, además de compartir una misma vocación (la de ser Hermano) y una misma misión (educación de la juventud), son un ejemplo vivo de acogida fraterna y compromiso con los pobres.

De esta semana destacaría la experiencia en uno de los internados que visitamos. Con más de 700 chicos internos, los Jesuitas llevan a cabo una encomiable labor educativa. Nuestra llegada al colegio parecía más la de "Bienvenido Mr. Marshall" que la de dos misioneros en promoción vocacional (digo yo que no estaban muy acostumbrados al color de nuestra piel)... pero niños son niños aquí y en cualquier parte del mundo, así que bastaron un par de tonterías para que perdieran el "miedo", nos rodearan (mejor dicho nos absorbieran)  y marearan a preguntas donde más que la respuesta lo que importaba era oír nuestra voz, nuestra risa o nuestra reacción. He de decir que, a pesar del cansancio que llevábamos por los kilómetros recorridos, fue un momento bastante divertido.  

         Inolvidable fue también nuestra experiencia en la "Boy’s Village" donde los Hermanos de La Salle se encargan de dar una educación y una estabilidad a los más de 70 niños entre 5 y 14 años, recogidos de la calle, abandonados, huérfanos o en situación de pobreza extrema. Compartir con ellos esta semana ha sido una auténtica bendición. Tengo que confesar que cuando ves a un niño de 5 años lavarse la ropa él solo, uno no sabe si reír, llorar... o admirar tanta inocencia en tan poca cosa.

          En fin, todo sea por el Reino.  Nada más, un abrazo y sed felices.

 Jorge

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