viernes, 7 de febrero de 2003

Cuando la rutina se hace rutina


          Lejos quedan ya los ecos de nuestra aventura por la India. Aunque no os lo creáis, ahora nos toca lo más difícil… sacar de la rutina algo positivo. Y es que acostumbrado como estaba a los líos de pastoral, a las prisas y sorpresas diarias, a uno se le hace un poco extraño eso de sentarse y estudiar, eso de dormir siete horas, eso de saber lo que va a pasar durante el día.

           Ahora es cuando a uno le dan ganas de decir que basta ya de tanto inglés, que para hacer el bien no hace falta saber idiomas y cosas así… Sin embargo el otro día recordé que en evangelio se nos dice que Jesús estuvo treinta años preparándose para la vida pública (más o menos el 90% de su vida)… así que uno se consuela pensando que no va a estar 30 años aprendiendo inglés… (el que no se consuela es porque no quiere).

           En Manchester, nuestro horario se ha intensificado en horas de clases dejándonos menos tiempo para el trabajo personal. La verdad es que ya vamos haciendo nuestros pinitos en inglés y con tanta redacción vamos a acabar siendo una especie de Cervantes en inglés... En cuanto a nuestro tiempo libre tenemos dos excursiones a la semana, una los miércoles por la tarde (visitando algún museo o centro de interés) y otra los sábados (visitando alguna zona cercana a Manchester) que, a decir verdad, no están nada mal, aunque con el frío que hace por estas tierras a uno se le quitan las ganas de ver paisajes y castillos (de los que abundan por aquí) y prefiere quedarse en casa calentito, combatiendo la rutina con una actividad menos “refrescante”.

           En fin, como podéis ver todavía queda tiempo para seguir caminando, así que eso haremos, aunque sea un camino monótono.

Nada más, un abrazo desde Manchester.
Jorge

No hay comentarios:

Publicar un comentario